jueves, 14 de abril de 2011

Coplas de Luis el Mula



LUIS El Mula tenía
—ay Pedro Romero—
una cabeza diminuta y larga
sobre unos hombros inacabables
como un higo de tuna encima de una cómoda.
Luis El Mula peleó en el mar
a brazo limpio con una corvina
de un metro y más. El pez estaba enfermo
o aturdido. Lo avizoramos
lejos, desde la playa. Luis corrió
al mar y media hora después, sangrientamente
arañado, feliz, algo mordido,
volvió con su corvina a las espaldas
(la cola le arrastraba por la arena).
Luis EL Mula me defendió, y a Antonio
Lloret, contra ocho o diez en la Lonja Chica.
L
o estábamos pasando fatal cuando escuchamos
el cloc-cloc de sus botos de madera
y en seguida el chocar de tres o cuatro
cabezas empujadas fácil, graciosamente por
un solo manotazo de Luis.
Las cajas de 100 kilos volaban por el aire.
Luis El Mula, también en el Muelle
Pesquero, boxeó un día de broma
con Hinestrosa —ay Pedro Romero—,
profesional muy fino que lo echó
al suelo casi antes de empezar.
Contra los adoquines y la nieve salada
daba susto la cara de Luis que ni se lo creía.
Hinestrosa huyó a todo correr.
«¡No corras, cabrón, ven p’acá!»,
voceaba Luis doblando con las manos
una tira de hierro entre
divertido y lloroso, «¡no corras!».
Luis El Mula en Jerez de la Frontera
(a 50 kms entonces)
y cuando peor andaban las postbélicas hambres
tuvo una amiga rica. El mayordomo
le ponía un pollo por la mañana
y Luis se lo comía en la cama
y otrosí sendos pollos
de almuerzo y cena: en diez o doce días
se comió el gallinero y volvió a Cádiz.
Luis El Mula fue amigo de uno
y quien me presentó a Eduarda,
esbelta rubita calentísima,
quien me ayudó a limpiar cajas y cajas de cabezas
de merluza y a aprovechar cachetes y cocochas,
quien me daba tabaco algunas veces.
Luis El Mula tenía
cinco ternos, siete corbatas
y una chaqueta espó.
Pero Luis El Mula se aburría, se aburría y se fue.
Pero Luis El Mula murió en el puente de Brookiyn, Nueva York,
tiroteado por la policía.

Nota: Las coplas de Luis el Mula, fueron leídas por Juan José Téllez, el 2 de abril de 2011, para abrir la ruta de Quiñones por Cádiz a las 10.30 de la mañana frente al muelle y a la puerta del bar Lucero.  En ese mismo momento Zapatero anunciaba que no se volvería a presentar a las elecciones generales.

La foto procede de la página de la Fundación Quiñones. Aquí.


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